La fisioterapia ayuda a solucionar problemas físicos causados por lesiones, accidentes o algún tipo de discapacidad; aunque también ayuda a prevenir que dichos problemas surjan. Es una terapia física que aplica en su mayoría métodos naturales y que requiere la colaboración del paciente, que debe realizar ejercicios fuera de la consulta, para conseguir mejores resultados.
Algunos de los beneficios de la fisioterapia son:
- Alivio del dolor: Quizás sea el más conocido y la razón por la que la mayoría de personas acude a una consulta de fisioterapia. El tratamiento puede ayudarte a minimizar o eliminar totalmente cualquier dolor, ya se trate de una leve molestia o de un dolor crónico, y hacer que te sientas bien de nuevo.
- Prevención del deterioro físico: Al contrario de lo que muchos piensan, la fisioterapia no es sólo para aquellos que sufren algún tipo de dolor o enfermedad. Mantener tu cuerpo saludable a lo largo del tiempo es fundamental para sentirte bien. Las visitas regulares a tu fisio mejoran la movilidad de tus articulaciones, la flexibilidad y la fuerza muscular.
- Prevención de lesiones: No sólo aquellos que practican deporte de forma regular deben estar pendientes prevenir lesiones. Realizar trabajos que exigen estar de pie muchas horas, o con una alta demanda física, trabajar delante de la pantalla de un ordenador, realizar tareas del hogar, etc. Todas son tareas que pueden repercutir en tu salud de manera negativa. Realizar ejercicios enfocados a la actividad que sueles realizar fortalecerá la musculatura y las articulaciones específicas que usas con mayor frecuencia. De esta manera, podrás evitar lesiones o conseguir una recuperación más rápida en caso de que éstas se produzcan.
- Acelera la recuperación: La fisioterapia no es sólo útil para recuperarte tras una lesión. Si has tenido una intervención quirúrgica recientemente, puede ayudarte a acortar el tiempo de recuperación y sentirte mejor mucho antes. También es beneficiosa en casos de problemas cardiovasculares o respiratorios, enfermedades neuorológicas, problemas linfáticos... Consulta con un fisioterapeuta sobre cómo puede ayudarte con tu problema, porque a través de ejercicios adaptados a tu caso concreto puede facilitar tu recuperación.
- Sensación de bienestar: Un tratamiento de fisioterapia puede ayudarte a sentirte mejor sin necesidad de tener un problema específico que corregir. Por ejemplo, puede mejorar la calidad de tu sueño al relajar tu musculatura, reducir la necesidad de medicación para dolores articulares o musculares, mejorar tu higiene postural...
Estos son sólo algunos de los ejemplos más destacados de los beneficios que puedes obtener acudiendo a tu fisioterapeuta. Si quieres más información sobre cómo tu fisioterapeuta puede ayudarte, ponte en contacto con él y háblale sobre tu problema concreto para que te explique cómo un tratamiento podría ser beneficioso en tu caso.
