Como sabéis, en el blog de Buscofisio.es queremos manteneros informados acerca de temas actuales en relación con la fisioterapia. En esta ocasión, hemos decidido dedicar un post a la artrosis, una patología reumática que padece buena parte de la población.

La artrosis provoca la aparición de síntomas como dolor o la limitación de la funcionalidad de las articulaciones, lo cual provoca un empeoramiento de la calidad de vida. Pero, ¿cuál es su causante? En general, la edad avanzada, el sobrepeso, la genética o una intensa actividad deportiva suelen ser las causas más comunes. Vemos pues que, a pesar de la no posibilidad de influir en aspectos como la genética, sí podemos en casos como el sobrepeso o el envejecimiento de los músculos. Tal y como hemos dicho en anteriores ocasiones, son muchas las razones para asistir a un fisioterapeuta sin estar lesionado.

Son muchas las ocasiones en las que, personas no especializadas en el campo, nos recomiendan reposo con motivo de calmar el dolor. A menudo, estos consejos son incorrectos pues la inactividad empeoran la artrosis a largo plazo. Hacer ejercicio de forma regular (aunque evitando sobreesfuerzos) aliviará nuestro dolor y mejorará nuestra calidad de vida.

Técnicas de fisioterapia para tratar la artrosis

Acudir a tiempo a un especialista puede disminuir la evolución de la artrosis. En función de nuestros síntomas, nos recomendarán aplicar un tipo de fisioterapia u otro.

• Diatermia capacitiva: es una técnica propia de la termoterapia. Los fisioterapeutas la usan para calentar el tejido muscular de tal forma que disminuya el dolor, relaje el músculo, aumente la circulación, etc. Los deportistas de élite recurren constantemente a ella lo cual potencia su reconocimiento por parte del gran público.

• Ejercicios aeróbicos o de fuerza. Para la artrosis de rodilla es recomendable ejercitar los músculos del cuádriceps. Este tipo de actividad puede llegar a reducir el dolor hasta en un 20%. Practicar deporte como la natación, la bicicleta o caminar aportan beneficios similares al que obtenemos con una actividad física aeróbica. Sin embargo, no es recomendable combinar ambos tipos de actividad física.

• Terapia manual en casos en los que sea necesario relajar la musculatura afectada.

• Técnicas de relajación.

• En función de los síntomas y limitaciones del paciente, se establecerá un determinado programa de ejercicios terapéuticos u otro.

• Correción de la postura corporal con motivo de no empeorar la sintomatología.

En Buscofisio.es somos conscientes de la importancia de encontrar la clínica que mejor se adapte a ti en función del tratamiento que necesites. ¿A qué esperas para luchar contra el dolor?