A lo largo de las últimas décadas, los avances en medicina y en el cuidado de la salud han propiciado un aumento en la esperanza de vida en nuestro país. Tanto es así que se prevé que en el año 2050, las personas mayores de 65 años supondrán más del 30% de la población en España.

Afortunadamente, la sociedad está cada vez más concienciada de la necesidad de envejecer de manera saludable. Sabemos de la importancia de practicar deporte o comer de manera saludable a lo largo de nuestra vida para tener un mejor estado de salud cuando lleguemos a la tercera edad.

La fisioterapia geriátrica es una rama de la fisioterapia adaptada a personas mayores de 65 años. Su objetivo es el tratamiento y prevención de todas aquellas lesiones o patologías ligadas al envejecimiento. Trata una gran variedad de afecciones, como pueden ser alzheimer, parkinson, artritis, artrosis, osteoporosis, incontinencia... También se tratan secuelas derivadas de otras enfermedades, como el cáncer, o lesiones causadas por caídas. El objetivo de la fisioterapia en geriatría es que las personas mayores sean capaces de mantener su autonomía e independencia durante el mayor tiempo posible, para tener una buena calidad de vida durante esa etapa de sus vidas.

El problema es que muchas personas, al llegar a determinada edad, dan por sentado que las dolencias que les impiden realizar ciertas tareas o actividades con normalidad no tienen solución. Asumen que esa incomodidad constante es parte de su vida, de su día a día; pero no tienen por qué convivir con el dolor.

Es cierto que la prevención es un factor fundamental de este tipo de fisioterapia, ya que el objetivo es mantener la independencia y la autonomía de los ancianos durante el mayor tiempo posible, para que su calidad de vida sea lo más alta posible. Pero el tratamiento tras la aparición del dolor o las molestias también mejorará la situación de estas personas. Algo tan simple como un programa de ejercicios personalizados a la situación de cada paciente, supervisados por el fisio, pueden suponer una gran mejoría.

En ocasiones, ocurre que los pacientes geriátricos son personas con movilidad reducida, para las que acudir a la consulta del fisioterapeuta puede resultar difícil. La opción de un fisioterapeuta a domicilio puede ser la más indicada en estos casos. Recibir el tratamiento en su propio hogar evita que el paciente o la persona cuidadora tenga que organizar el traslado. De esta manera también se evita que el paciente falte a su cita con el fisio por inconvenientes de última hora con su medio de transporte.

En el buscador de Buscofisio puedes filtrar aquellos fisioterapeutas que tengan especialidad en fisioterapia geriátrica y estén cerca de ti. O si lo prefieres, aquellos que trabajan a domicilio y pueden desplazarse a tu residencia para atenderte en casa.