Como hemos dicho en posts anteriores, la fisioterapia tiene una importante labor preventiva y resolutiva. No debemos esperar a sufrir una lesión para consultar a un especialista formas que eviten dicha situación. Hablamos pues de un método curativo formado por numerosas y variadas ramas. Es por ello que, en función de nuestros síntomas y necesidades, nos recomendarán un tipo de fisioterapia u otro.

La especialización en el ámbito de la fisioterapia es necesaria para conocer en profundidad las patologías propias de esa rama así como las diversas técnicas a aplicar para aliviar el dolor, mejorar la circulación, etc. Los pacientes agradecerán la experiencia y profesionalidad del experto.

Ramas de la fisioterapia

Entre las especializaciones más comunes encontramos la fisioterapia deportiva, neurológica y del suelo pélvico.

• Fisioterapia deportiva: pensada para aquellos que practican deporte de una manera regular. Tal y como hemos dicho al inicio del post, no es necesario sufrir una lesión para consultar a un experto. Es por ello que esta rama está muy enfocada a la prevención, manteniendo los músculos y articulaciones en buena forma con motivo de evitar lesiones graves.

• Fisioterapia neurológica: encargada de tratar aquellas enfermedades y lesiones relacionadas con el sistema nervioso (central o periférico) que puedan provocar problemas de movilidad y/o equilibrio. Es recomendable para pacientes que sufran o hayan sufrido ictus, parkinsosn, lesiones medulares, esclerosis múltiple, paraplejia, tetraplejia, etc.

• Fisioterapia de suelo pélvico: hablamos de una de las ramas más recientes y desconocidas. Se especializa en prevenir y tratar disfunciones que, como su propio nombre indica, afectan al suelo pélvico. Se recomienda especialmente en el preparto y postparto así como en la menopausia. Sin embargo, este tipo de fisioterapia no se dirige únicamente a las mujeres; también puede ser beneficiosas para hombres que se hayan sometido a cirugía de próstata, niños mayores de siete años que sufran incontinencia urinaria, personas que realicen deporte de alto impacto, etc.

• Fisioterapia traumatológica: trata patologías del tipo de fracturas óseas, luxaciones, esguinces, contracturas, tendinitis, artrosis, artritis, roturas de ligamentos, etc. Procura aliviar el dolor, reducir la inflamación y acelerar la recuperación.

• Fisioterapia pediátrica: enfocada al desarrollo de bebés, niños y adolescentes. Tal y como podemos ver en el Código Deontológico del Fisioterapeuta Pediátrico, esta se especializa en el “asesoramiento, tratamiento y cuidado de niños que presentan un retraso general en su desarrollo o desórdenes en el movimiento u otras enfermedades o alteraciones que pueden ser sanadas, controladas o aliviadas por expertos fisioterapeutas”.

• Fisioterapia geriátrica: dedicada a la prevención y el tratamiento de patologías propias del proceso natural del envejecimiento con motivo de reducir el dolor, restaurar la movilidad perdida con el paso de los años, etc.

• Osteopatía: pretende proporcionar bienestar sin el uso de químicos. Se encuentra dentro del campo de medicina natural. Su intención es la de aliviar el dolor mediante la búsqueda del origen del mismo. Se recomienda frecuentemente en pediatría.

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